Foto: Raico Arozarena / Instagram
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Tras varios partidos de rendimiento inestable y una propuesta de juego que nunca terminó de convencer, la selección cubana de fútbol perdió el nivel A de la Liga de Naciones de Concacaf al caer derrotada la víspera por 1-3 frente a Trinidad y Tobago.
El once dirigido por el técnico Yunielys Castillo necesitaba al menos un empate como visitante ante los Soca Warriors para mantener la categoría, luego del abrazo a dos goles firmado ante el mismo rival el pasado jueves en Santiago de Cuba.
Sin embargo, las aspiraciones de los antillanos se vieron casi enterradas al término de la primera media hora de encuentro, cuando ya perdían 0-2, por goles de Dantaye Gilbert, canterano del PSV de Países Bajos, y el defensor Joevin Jones.
Un tanto del holguinero Yasnier Matos en el 62′ devolvió la esperanza a los Leones del Caribe, aunque rápidamente se esfumaron tres minutos después cuando Real Gill marcó el tercero de los locales.
Por si fuera poco, los cubanos se quedaron con uno de menos al minuto 70 por la segunda tarjeta amarilla mostrada al defensor Karel Pérez, que significó una roja y expulsión.
El resultado dejó a Cuba con solo tres puntos, producto de tres empates, en sus cuatro presentaciones en la edición de este año del certamen regional, en el que no pudo lograr ninguna victoria.
Entre las causas de este fracaso, la publicación deportiva JIT apunta las ausencias por lesión de jugadores estelares como Onel Hernández, Luis Javier Paradela, William Pozo y el defensor Yosel Piedra.
La misma fuente agregó que el calendario de la competición también resultó desigual, y por ende injusto, pues los cubanos debieron enfrentar dos veces a los trinitarios y otra a los jamaicanos, dos de los mejores equipos del área del Caribe.
Distinto recorrido anduvo Nicaragua, con doble partido ante Guyana Francesa, el más débil del grupo y que no se las vio con los de la Mayor de las Antillas.
No obstante, otro especialista en fútbol cubano, como es el cronista Alexander Ramírez Tápanes, señaló la estrategia de renovación forzada que implementó el seleccionador Castillo como la principal causa de la debacle.
El estratega espirituano dejó fuera de la convocatoria a futbolistas con trayectoria internacional y que eran fijos durante el pasado ciclo, y apostó ahora por jugadores sub-20 y de poca experiencia, lo que le restó profundidad al plantel. Este experimento desembocó con el regreso de Cuba al nivel B, del cual salió en la temporada 2022-2023.
