Foto: Rosalía Arnáez | Facebook
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Rosalía Arnáez sigue teniendo una voz seductora. Puede gustar mucho a algunos y disgustar a otros, pero su timbre es reconocible para cualquier oyente cubano. Ella, con ese oficio de años, ha logrado ser escuchada en radio, televisión, teatros y plazas. Su nombre es conocido y su carrera podrá definirse como un camino dedicado por entero al arte de la palabra.
Licenciada en Periodismo por la Universidad de La Habana, Arnáez dedicó 4 años a estudiar guitarra clásica y actuación, aunque su inclinación por la oralidad y la escritura se abrieron paso e hicieron que los acordes y las escenas teatrales se quedaran como herramientas útiles para hacer lo que hoy más ama.
Siempre le ha gustado estudiar y por eso desde pequeña fue monitora de varias asignaturas. Después decidió hacer dos años de guitarra clásica y dos más de actuación en la Escuela Nacional de Arte. Fue allí donde dio sus primeras clases de voz y dicción, y gracias a ellas alguien la escuchó y le aseguró que tenía voz de locutora.
Eso despertó el bichito de la locución y como siempre ha sido muy decidida se lanzó ante una propuesta para ponerle voz a un material audiovisual en 1978, con motivo del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en La Habana. Ese fue su primer trabajo en cámara y el punto de partida para otros programas en televisión.
A partir de ahí comenzó a trabajar como invitada haciendo comentarios sobre temas juveniles y luego pasó a animar algunos programas como Buenas Tardes, Joven Joven, y Debate Juvenil, todos dirigidos a entretener y captar la atención de los jóvenes hacia la pequeña pantalla.
Después de los años 80’ ocurrió lo que ella misma ha llamado en algunas entrevistas “su llegada a la televisión en grande”. Como periodista, reportera y locutora trabajaba en la Revista de la Mañana, en el Noticiero de Televisión y en un proyecto que se llamó Hoy Mismo. Después su programa fue cambiando de nombre, pero siempre se mantuvo haciendo espacios como conductora y locutora-entrevistadora.
Lo que más le gusta es hacer locución de noticias porque considera que esa es la base de todo. Si un locutor es bueno leyendo noticias, es capaz de transmitir lo que otro escribió y consigue mostrar al televidente lo que está escrito, “es la gloria”.
Además, Rosalía ha mantenido su trabajo como animadora de espectáculos de participación, musicales, o humorísticos, una actividad que requiere de mucha simpatía, agilidad mental, y gracia. Hacer bien esa labor es lo que hace que el público quiera ver un programa o espectáculo. Ella, tras sus largos años en pantalla, ha logrado conectar con ese público que hoy la sigue y admira.
Si una etapa de su carrera tuviera que destacar sería primeramente su paso por el Noticiero Nacional de Televisión, donde compartió con grandes de la locución en Cuba como Manolo Ortega, Antonio Nápoles, Máximo Velázquez, Rafael Serrano, Laritza Ulloa y Rodobaldo Hernández, entre otros. No obstante, ha destacado su paso por programas variados y revistas culturales, en los que pudo entrevistar a grandes personalidades mundiales y gracias a los que creció profesionalmente como locutora y periodista.
Mientras llega la noche, Hoy mismo y Estilos se unen a su extensa lista de programas. Con todos ellos a cuesta y sus más de 40 años en pantalla Rosalía sostiene que aún en Cuba se ha demeritado mucho la importancia de la voz.
“Para mí la comunicación, primero es voz y, por supuesto, pensamiento; por tanto, un locutor con cultura, un locutor preparado, un locutor que esté informado y que tenga todas esas características de simpatía, de posibilidades de comunicar, será exitoso”, dijo hace apenas un año al blog Guajiro Agramontino.
Aún cuando le falta poco por hacer, ella quiere seguir trabajando hasta que la salud la acompañe. Para ello continúa sumando proyectos y programas, espacios que combina además con su pasión por el tango, una música que asegura “me llega al corazón, me llega al alma”.
Por si fuera poco, Rosalía se dedica también a la investigación sobre locución y música cubana. Esto la ha llevado a considerarse como “una especie de musicógrafa, para tratar de publicar en el futuro curiosidades, anécdotas y la impronta de los músicos cubanos en el mundo a través de familias que han aportado tres, cuatro o más de sus miembros a este gran universo musical que tenemos en Cuba”.
Rosalía Arnáez podría definirse como una mujer mutable, adaptable a casi cualquier escenario porque eso es lo que ha hecho durante su larga carrera en los medios. Hoy los cubanos siguen viéndola y escuchándola. Algunos gozan de sus conocimientos a través de cursos y conferencias. Otros se complacen con verla aparecer, aunque no con la regularidad de antes, en la pequeña pantalla.
