Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Hugo León
Las universidades cubanas iniciaron formalmente este lunes las actividades del curso escolar 2024-2025, completándose así el listado de enseñanzas diurnas que debían regularizar las clases a partir de este septiembre.
Se estima que más de 220 mil estudiantes entre nuevo ingreso y continuantes lleguen a las aulas de las universidades cubanas este curso, pese a la difícil situación que vive el país prácticamente en todos los sectores.
Uno de los actos que celebró el Ministerio de Educación Superior en conmemoración de la fecha, aconteció en la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), con la participación de importantes miembros del Gobierno y el propio ministerio.
Allí, la rectora de la CUJAE agradeció a las autoridades por continuar ofreciendo una educación superior de calidad a pesar de los retos que supone la situación del país.
En tal sentido, en las últimas jornadas han trascendido detalles de las carencias con que ha iniciado el curso escolar en Cuba en otros niveles de enseñanza. Se ha mencionado, por ejemplo, la gran cantidad de maestros que faltan para cubrir las aulas, y el acceso a la base material de estudio.
Los retos de este curso escolar en Cuba
La idea de tener estudiantes y profesores que un día están, y al otro ya no porque simplemente ellos o sus familiares decidieron marcharse del país, es sólo una de las realidades que enfrentará este curso escolar en Cuba.
A la crisis migratoria que desangra el país habrá que sumar que las escuelas cubanas necesitan todavía varias decenas de miles de maestros para ocupar todas las plazas necesarias, y que en su ausencia, los que sí están serán abrumados por más aulas que atender. Como alternativa se ha propuesto hace algunos años que estudiantes aventajados de niveles de educación superior den clases por subcontratación o como servicio extra académico.
Igualmente, los apagones serán un escollo para las clases este año. Los frecuentes y duraderos cortes de electricidad en todo el país pueden entorpecer sin dudas el correcto funcionamiento de las escuelas y el proceso de aprendizaje de los estudiantes.
