Foto: Yariulvis Cobas | Instagram
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La primera baja oficial de Cuba en París llegó antes que la primera medalla. Una fuente cercana a la delegación confirmó a Cuba Noticias 360 este sábado que la remera Yariulvis Cobas abandonó la villa olímpica en horas recientes, tras concluir la víspera su participación en las pruebas de scull individual para mujeres.
Cobas, una experimentada atleta de 33 años que ya había incursionado bajo los cinco aros en Londres 2012, terminó ahora en el lugar 27 entre las 32 competidores que desde el sábado pasado iniciaron las pruebas de ese deporte. La guantanamera, luego de incursionar en diferentes fases de la competición, finalizó tercera este viernes en la final E con tiempo de 7:57:99 minutos.
Pese a su discreta actuación en las aguas del Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne, la guantanamera exhibe en su palmarés los títulos panamericanos en la modalidad de doble scull de Guadalajara 2011 y Lima 2019. En la capital peruana también fue plata en el cuádruple scull, mientras que cuatro años antes, en Toronto, sería bronce nuevamente en el doble scull.
Asimismo, también es multicampeona en varias ediciones de Juegos Centroamericanos y del Caribe y medallista en Copas del Mundo, apunta la publicación Play Off Magazine, el primer medio en alertar sobre la situación de Cobas.
Sin embargo, la remera no fue la primera deportista cubana en abandonar la expedición en París, toda vez que múltiples fuentes ratificaron que la judoca Dayle Ojeda se desligó de la representación de la isla en los primeros días de la cita estival francesa.
En el caso de esta exponente de ese arte marcial, no formaba parte de la comitiva oficial, fijada en 62 deportistas, sino que acudió a París como parte del equipo de preparación de la abanderada Idalys Ortiz, quien se despidió ayer de los Juegos sin alcanzar medalla por primera vez en sus cinco participaciones olímpicas.
La fuga o abandono de atletas cubanos en eventos internacionales es un fenómeno que data de hace décadas, pero se ha hecho notablemente más frecuente en los últimos años. No obstante, en citas de tanta envergadura como los Juegos Olímpicos, no es algo que ocurra con frecuencia.
