Foto: RL Hevia
Texto: Raúl del Pino
Tan contundentes como suenan, así de convincentes resultaron las primeras declaraciones del doble monarca olímpico y abanderado de Cuba en París, Julio César La Cruz, tras perder la víspera de forma inesperada en su primera presentación ante el cubano nacionalizado azerí Loren Berto Alfonso.
El boxeador camagüeyano declinó hablar con la prensa cubana en el Centro de Exposiciones París-Nord Villepinte, cediéndole el protagonismo a su paisano nacido en Pinar del Río, quien confesó tenerlo como ídolo y la amistad que poseen entre ambos. Sin embargo, el pentacampeón mundial aseguró hoy que no colgará todavía los guantes pese a encontrarse cercano de cumplir los 35 años de edad.
“La Sombra”, como se le conoce en el mundillo del arte de los puños agradeció “al pueblo cubano por todo el apoyo y las muestras de cariño” luego del sorpresivo revés en el debut de sus cuartos Juegos Olímpicos, según publicó en sus perfiles de redes sociales el enviado especial de Radio Rebelde, Guillermo Rodríguez Hidalgo.
“La Cruz nos confesó que ahora regresará con más fuerzas y que seguirá representando a Cuba en el venidero ciclo olímpico”, añadió la fuente para asombro de muchos aficionados y entendidos que pensaban que el capitán de la escuadra cubana cedería su lugar a las nuevas generaciones.
Sin embargo, aunque este resultado se encuentre lejos del esperado, lo cierto es que el experimentado púgil todavía mantiene numerosos compromisos internacionales en los nueves carteles profesionales que la IBA ha lanzado desde hace par de años.
En el caso de su accidentada pelea en París, la derrota no llegó por paliza, sino por una decisión dividida de 2-3 donde su verdugo remontó en el último asalto luego de que el representante antillano saliera airoso en los dos primeros.
De hecho, el propio entrenador de Loren Alfonso, el también cubano Pedro Roque, confesó que un pilar fundamental del éxito de su pupilo lo constituyó la estrategia que trazaron juntos para enfrentar el combate. “Hicimos una táctica sobre todo para la defensa, que era neutralizar la derecha de Julio, si lográbamos hacer eso, con la serie de golpes que él tira de contraataque, podíamos ganar la pelea y nos salió”, detalló el veterano preparador.
Tanto él como el medallista de bronce de Tokio en los 80 kilos, se mostraron muy respetuosos con La Cruz y el equipo cubano. “Fue un pelea pareja, hay que felicitarlos a los dos porque brindaron un gran espectáculo y el público estuvo siempre emocionado, se dieron buenos golpes por ambas partes, nos tocó ganar a nosotros, pero al final todos somos Cuba”, apuntó Roque, asentado en Miami desde hace años y que también tiene bajo su égida a varios boxeadores cubanos en el pugilismo profesional.
Aunque ya no sea desde el ring, el abanderado cubano se mantendrá varios días más en París apoyando al resto de la delegación y en especial a los otros cuatro boxeadores que quedan a bordo del llamado “buque insignia” del deporte cubano en citas estivales.
Este lunes el superligero Erislandy Álvarez cosechó su segundo triunfo para situarse a una sola victoria de asegurar bronce en los 63.5 kilos. Al término de la pelea, declaró en zona mixta La Cruz le dijo que “no se sentía tan triste porque los más jóvenes podíamos asegurar esa medalla”, y que se sentía en condiciones de luchar por el oro.
Mañana debutará de igual forma el otro doble monarca olímpico Arlen López, en la división de los cruceros (80), mientras unas horas antes lo hará el mosca Alejandro Claro (57). Solo quedará el subcampeón mundial Saidel Horta (51), el miércoles 31 en los pesos plumas.
