Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
Después de la reciente prórroga a la libre importación a Cuba de alimentos, medicinas y productos de aseo, el primer ministro Manuel Marrero Cruz advirtió que estas facilidades podrían terminar en septiembre próximo.
Durante una intervención en la Asamblea Nacional del Poder Popular, Marrero indicó que la entrada de productos con carácter comercial es precisamente una de las distorsiones que se deben corregir como parte de la política que pretende llevar a cabo el gobierno cubano.
A pesar de que la medida solo contempla las importaciones con carácter no comercial, el dirigente afirmó que esta ha sido tomada “por personas que se dedican a traer inmensas cantidades de productos para comercializarlos en un mercado negro”.
Marrero Cruz señaló también que “hemos estado extendiéndolo cada tres meses y nosotros lo hemos analizado con profundidad, que hay distorsiones detrás de esta medida que la aprobamos para beneficiar al pueblo, para que pudieran traer un poco de comida, un poco de aseo desde afuera, no cobrarle nada en la frontera”.
Tras esta posibilidad, algunos expertos han considerado que se debe a una estrategia del gobierno para paliar la competencia que significa el mercado negro y el auge del sector privado. No obstante, aclaran que estas son el único sostén para la comercialización de algunos productos de primera necesidad ante la crisis de abastecimiento en las tiendas estatales.
Otra de las medidas anunciadas recientemente por el estado cubano fue la imposición del cobro en dólares a las importaciones realizadas por las Mipymes y trabajadores por cuenta propia.
A pesar de que el propio presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, advirtió que estas medidas no son una “cacería de brujas” contra las Mipymes, algunos economistas han señalado las graves consecuencias que las mismas podrían traer a este sector.
Según Marrero Cruz, esta última decisión es parte de un paquete de reformas económicas que tiene como objetivo sacar la economía cubana adelante. No obstante, la misma traería consecuencias negativas, no solo al sector privado, sino también al pueblo.
Es claro que si las Mipymes no importan una serie de productos y artículos de alta demanda, conseguirlos en la isla resultaría casi imposible. Otra de las consecuencias es que sin estas ofertas, los precios seguirían subiendo todavía más en el mercado negro.
